Húmedos, sucios y violentos, de Kathy Serrano

Húmedos, sucios y violentos, de Kathy Serrano

Húmedos, sucios y violentos, de Kathy Serrano

La primera sensación que deja la lectura de Húmedos, sucios y violentos de Kathy Serrano es la de observar el interior de un cuarto de espejos, donde el sujeto central es una mujer que se multiplica en infinitas historias. Este libro es, pues, y con excepción de algunos de los textos que reúne, una inmersión completa en las distintas y complejas relaciones que las mujeres establecen en la sociedad y que la sociedad establece con ellas. Serrano dibuja así, en 57 microcuentos y cuentos breves las múltiples caras y voces del deseo, del miedo, del horror, de la violencia y del gozo, de todo aquello que nos tenemos prohibido.

Serrano agrupa estas historias en tres capítulos cuyo título actúa como denominador común y catalizador: Furiosos, Juegos, Oscuros, con un añadido de otro género titulado Migraciones. En el primero, una sucesión de viñetas van construyendo progresivamente un todo social dominado por la crueldad, donde encontramos feminicidos, venganza, relaciones paterno-filiales pervertidas, violencia en el hogar.

En Juegos, cambia el tono para presentarnos ese mismo terreno de la fantasía sexual que aparecía ya en algunos cuentos, de una manera lúdica, como una vía de realización e impregnado de humor. Aquí, las fronteras del goce se traspasan en el interior de la casa, el placer es mayor porque toca lo prohibido. Y en estas escenas las protagonistas y ejecutoras de la acción son ellas. Los márgenes aparecen, nuevamente, pero como territorios inexplorados y prometedores de nuevas sensaciones. Son textos singulares porque muestran, contrariamente a lo que acostumbramos leer en narrativa peruana, el placer liberado de culpa, el goce radiante de todas las posibilidades del cuerpo. El sexo es, así, renovación, vida que llama a más vida.

Los textos de Serrano se leen con avidez, de un tirón. La economía de palabras conduce a lo esencial y otorga libertad de tono, plasticidad. Se entra directamente en la acción, se adquiere un ritmo, se avanza de manera trepidante al desenlace. El estilo se nutre del guión, y puede distinguirse en muchos de los cuentos el esquema clásico del guión de teatro: encabezado de escena, la descripción, la introducción de personajes, a los que Serrano saca del plano puramente descriptivo, insuflándoles vuelo literario gracias a recursos que maneja con destreza, como la caracterización de personajes.

El tercer capítulo gira en torno a la muerte, y su título, Oscuros, nos confronta a una multiplicidad de interrupciones, finales de amores, familias rotas, proyectos truncos. La idea del retorno emana de muchos de estos cuentos. La muerte es un reencuentro con el pasado y una oportunidad para arreglar algunas cuentas. En los últimos cuentos de este grupo, Serrano se ocupa del futuro. Nos encontramos con algunos relatos breves de corte sci fi, donde el futuro está dominado por el miedo. Es, pues, un futuro donde la cuestión del género desparece para dejar lugar a una preocupación más general, la de un porvenir oscuro.

El libro termina con el capítulo Migraciones y un guión de teatro titulado «En muchos lugares del Mundo», estrenado en Lima en el 2018. La migración, la hostilidad y la violencia de la que son víctimas migrantes de orígenes diversos, es el tema de este guión, donde reconocemos el tono y el ritmo de Serrano en sus relatos breves. La experiencia del viaje, también desde la marginalidad, está teñida de tragedia. Y en el guión se nos va conduciendo de manera gradual hasta el clímax de diferentes y sucesivas escenas dramáticas para concluir en la universalidad de este sufrimiento.

Estas historias, que nos resultan terriblemente familiares, concluyen con un twist final inesperado, muchas veces lleno de humor negro, como una voluntad por reivindicar su carácter ficcional. Serrano juega con la ilusión referencial, dinamitando la sensación de realidad que emana de estos relatos breves (pues apelan a un imaginario social de lo extremo, alimentado cotidianamente por las páginas de sucesos), lo que nos aparece como una voluntad literaria por subrayar la normalización aberrante de la violencia y el abuso.

Así, uno de los textos, titulado «Inevitable / evitable», parece interpelarnos en ese único párrafo que sale momentáneamente de la ficción, para afirmar, desde el plano real, la permeabilidad de la frontera entre ambas cuando se aborda la violencia de género.

«En este momento, en cualquier parte del mundo, una mujer, niña, adolescente, adulta, camina hacia la escuela, el trabajo, la casa, el parque, y se encuentra con un hombre conocido, desconocido, padre, hermano, amigo, que deseará, imaginará, violentará su cuerpo, espíritu, mente, sin que nadie pueda, quiera, busque evitarlo. Inevitable.»

Imposible no encontrar en él una resonancia con el discurso de aceptación del Premio Nacional de Literatura 2020 escrito por la poeta Victoria Guerrero. En esta enumeración de escenas evitables que tanto Guerrero como Serrano escriben, en distintos planos, aparece pues, de modo explícito y frontal, un posicionamiento literario claro, y una defensa de la palabra como territorio de batalla.

Serrano, Kathy. Húmedos, sucios y violentos. Estruendomudo, 2020.


Kathy Serrano, nacida en Venezuela y radicada en el Perú, es actriz, directora de teatro, gestora cultural y escritora. Estudió arte dramático en Venezuela y se graduó como directora de teatro en San Petersburgo. Ha participado en la antología de microrrelatos Esta voz existe (Planeta, 2019). Húmedos, sucios y violentos es su primer libro.

Acerca de Nataly Villena

 

 

 

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2 thoughts on “Húmedos, sucios y violentos, de Kathy Serrano

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  2. […] autores que cultivan el género como José Guich, Carlos La Torre, Sophie Canal, Carlos Saldívar, Kathy Serrano, Yelinna Pulliti, entre […]

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