Construir una novela
Hablamos de una obra enana: apenas 150 páginas en 14x9x1 centímetros. Me gusta que un libro quepa en un bolsillo, poder camuflar el acto de leer. En mi primer empleo —becaria en una fábrica de automóviles— me descubrieron leyendo en el baño la Autobiografía de Darwin, de la minúscula Alianza Cien. No me renovaron el contrato. Sin embargo, como especie tuve suerte: sobreviví —temporalmente— a un trabajo soporífero y deshumanizador.
Wharton analiza en los dos primeros textos de esta obra los distintos tipos de novela, y examina los principios que rigen su adecuada construcción. El tercer y último ensayo lo dedica a Marcel Proust, al que considera un genio mayor dentro del arte narrativo.
Encuentro ridículo ampliar el resumen de una obra tan breve (aunque densa). Aquí algunas citas:
«Cualquiera que posea la capacidad de escribir realmente bien habitualmente lo sigue haciendo con una persistencia inquebrantable».
«El artista depende del ambiente para el desarrollo adecuado de sus dotes».
«Existe en el intelecto humano un poder de expansión que se pone en acción por el simple acto de pensar y repensar los hechos».
«La autobiografía no es la creación de un novelista, sino el autoanálisis de una persona de talento».
Cualquier novela de Wharton sirve para ilustrar su teoría, pues en su caso es posible hablar sin reparos de exquisita práctica.
Wharton, Edith. Construir una novela. José J. de Olañeta Editor. Colección Centellas. Traducción de Agustín López Tobajas y María Tabuyo. 2012.
Edith Wharton, novelista norteamericana autora, entre otras novela de La edad de la inocencia. Ganó el premio Pulitzer en 1921. Fue miembro de la Academia americana de Artes y letras y la primera mujer en obtener la medalla de oro del Instituto Nacional de los Estados Unidos.