Trazar un mapa, atravesar el desierto, enunciar las huellas.
¿Cómo nombrar la tristeza trémula de las tierras arrasadas por la colonia? ¿Cómo pervivir con un blasón de fuego entre las manos, y así caminar? ¿Cómo habitar un cuerpo, el linaje, la ventura trágica y familiar? Sombra sobre lo blanco, raíz entre cenizas, Comas se construye como una reflexión especular sobre el espacio peruano y muestra los múltiples destellos de su faz negada, sus dobleces y cicatrices enquistadas. La voz acuciante que se levanta, mira la palma de sus manos, observa a través del cabello desarmado que le ondea la frente. Se reconoce otra en tensión permanente frente a las representaciones sociales y culturales de una peruanidad tradicional que se evoca hispánica y deseosa todavía, del roce de los faldones de Europa.
“Los sobrevivientes no podemos vivir conectados a un mundo de definiciones. Estamos forzados a ser como las nubes: blancas, flotantes, etéreas.(…) Somos indios católicos que necesitan creer en aquello que les hizo tanto daño: su fe en su inferioridad frente al europeo. Una especie de lejanía que los distancia del amor”.
La relación entre lo indígena, lo subalterno, lo mestizo, el trasvasamiento de la religión y la brutalización de las periferias se yuxtapone al el espejo dorado de aquellos destinos que parece reservarse a quienes portan con creces la piedra que la colonización horadó.
Teresa Orbegoso borda una cartografía cuya trama es poética y es su misma poiesis, esa invención de zona de develaciones, su incisivo espectro de politicidad: aquello que permaneció en las curvas de oclusión, perimido por la historia, se libera aquí con todo su yugo, con toda su sangre, toda su ristra de afectos quebrados a la vera del camino. Es entonces que la voz narradora se vuelve cuerpo, aparece, las ciudades se nombran a través de esa boca, de esos ojos, de esa piel en primera persona. Comas es un diario, pero no es turismo, no vierte la oferta seductora de las atracciones que dejan la espuma en la costa; por contrario este diario rasca las paredes de la peruanidad, quita el empapelado y deja a la vista la humedad, las marcas de quienes estuvieron antes, lo que queda para los que están.
Comas está escrito en un lenguaje que a cada verso reflexiona sobre sí para dar el próximo paso y desde los lindes (esas geografías inexactas que son el páramo de los sobrevivientes, los exiliados, donde todo se manifiesta en borde poroso, comunicante y difuso) Teresa habla y no teme de hundir las pestañas en los residuos: como una orfebre de lo despreciado, sus dedos tocan los vidrios rotos y compone así los paisajes quebrados. Lima, Arequipa, Arenales, Los Olivos, Buenos Aires. Los escenarios se marcan en el mapa y arden. Laten con la potencia de un corazón agitado por momentos, o como una herida con fiebre.
Como un corte sagital en el cuerpo del tiempo del Perú, el libro trenza lo público y lo privado en la historia singular de Teresa y su familia. Hay muertes que evidencian el olvido del Estado, vestidos y tacones que son muecas de lo femenino para una época, fuegos a lo lejos como piras de la violencia política de los 80’, juventudes que tienen en su pecho la marca de las cruces de un horizonte sin cielo. Comas es un plano secuencia de la soledad, de sus cuevas y epifanías. Pero también de un profundo silencio llevado al oído y que en ese vacío del caracol, una voz antigua perfora la oscuridad: por el ojal viaja el canto, el hilo, el río milenario que sostiene a Teresa unida a la tierra.
Comas es el primer libro híbrido de la autora, entre el poema en prosa y la autobiografía (Añosluz Editora, Buenos Aires, 2018).
Teresa Orbegoso (Lima, 1976) es poeta, periodista y especialista en creación musical y nuevas tecnologías. Ha sido becada por la OEA, el INDES BID y la Fundación Tallberg. Ha publicado en Poesía: Yana wayra (Urbano Marginal, Lima 2011), Mestiza (Ediciones del dock, Buenos Aires 2012), La mujer de la bestia (Editorial Trópico Sur, Maldonado 2014), Yuyachkani (La Purita Carne, Lima 2015), Perú (Buenos Aires Poetry, Buenos Aires 2016). Dirige el proyecto de entrevistas a escritores hispanoamericanos migrantes: Migraciones poéticas. Tiene a su cargo el blog de poesía: La lluvia de los alfabetos, existe. Vive en Argentina.