Exorealidades, de Tanya Tynjala
Exorealidades de Tanya Tynjala: una lectura derridiana
“Un nictálope es un animal que ve mejor de noche que de día”.
Aunque siempre he leído y escrito ciencia ficción y fantasía en mis tiempos perdidos, nunca me he sentido bien al encerrarme en algún género en particular. Intento leer y escribir a partir de lo que soy, a través de las múltiples gafas que me han otorgado mis relaciones con conocimientos y prácticas a veces tan opuestas cómo la filosofía académica occidental y las enseñanzas chamánicas de la Amazonía peruana.
Con aquella mirada me sumergí en las Exorealidades de Tanya Tynjala y sentí que nos entendíamos. En su primera edición, el libro ha sido catalogado como literatura infantil, aunque no lo es. Y tampoco me parece que pueda alcanzar su máximo potencial encasillado en los estantes de fantasía y ciencia ficción.
El título ya me hizo sentir en casa: Exorealidades: Realidades fuera de la realidad, podría ser el lema motivador de cualquier aventurero del pensamiento universal (desde Platón y su Alegoría de la caverna), como del arte, de la ciencia, o de los mundos ocultos. Desde el mismo título, Tanya plantea una crítica deconstructiva:
1) Existe una realidad que todos conocemos, que constituye el centro ordenador alrededor del cual todos giramos como la tierra alrededor del sol en el sistema solar; pero existen también otras realidades fuera de ella, como la física moderna plantea la posibilidad de la existencia de otros planetas que obedecen a otras leyes, los exoplanetas.
2) El prefijo Exo en griego antiguo no sólo significa “lo que está fuera de algo”, sino también lo que está rechazado por algo, lo que no está aceptado. Una de las consecuencias del centro ordenador es que produce una distinción entre un interior (el centro) y un exterior que queda marginado. Esto es lo que crea oposiciones binarias y jerarquizadas: estructuras del pensamiento global que generalmente se presentan como anhistóricas, universales, metafísicas o naturalizadas y dónde el primer signo se impone sobre el segundo, cómo por ejemplo Hombre/Mujer, Alma/Cuerpo, Natural/artificial, Sociedad/individuo, blanco/indio, heterosexual/ homosexual, Bueno/malo, Dios/ criaturas.
Entonces las exo realidades también son realidades que la realidad dominante no quiere ver, excluye, rechaza.
“Todo centro margina”. Es en base a aquella idea que leí las siete historias que componen el libro.
En «La ciudad de los Nictálopes«, hay dos sociedades, llamémoslas las ciudades vivientes y los alados. Dominan las ciudades vivientes. En ellas todos satisfacen sus necesidades materiales siempre y cuando acaten unas sencillas órdenes. En ellas prima la sociedad sobre el individuo, el cuerpo sobre el alma o los sentimientos, la homogeneidad en todos los aspectos de la vida, de modo que nadie puede destacar sobre el otro, pues los matrimonios se arreglan siguiendo normas genéticas. Ha desaparecido también el sufrimiento gracias a una droga llamada bioneutrol que neutraliza cualquier pensamiento negativo (Guiño del ojo al Soma de la novela de Huxley, Un mundo feliz), y cómo en 1984 de Georges Orwell, las lenguas del mundo han sido eliminadas y sintetizadas en una única, fácil, por ejemplo, la palabra débil ha sido borrada del vocabulario.
En «La ciudad de los Nictálopes», somos transportados a un mundo natural donde hay plantas, animales y seres alados (¿hadas?) que trabajan para lograr el bien común y la dimensión emocional no es suprimida, sino que se vive, se experimenta en base a la solidaridad y hermandad con todas las especies orgánicas. La exo realidad rechazada de los nictálopes y contra la cual se construye y de la cual se protege la realidad dominante de las ciudades vivientes, sólo se puede manifestar a través de los sueños de los seres alados rehabilitados (quizás porque un nictálope es un animal que ve mejor de noche que de día), de la nostalgia del padre de la protagonista (al cual han cortado las alas) y de un par de alas nacientes y prohibidas que han empezado a crecer peligrosamente en la espalda de Wriixka, la protagonista adolescente.
En «99«, la exo realidad marginada es la de los zombis versus el control humano. Desde el comienzo, Tanya deconstruye el mito zombi poniendo en duda su ausencia de sufrimiento y sentimientos. No es cómo en las películas, los zombies también lloran. De pena, de hambre, no importa, las víctimas han cambiado de campo. Y nos remite al miedo cuando pasa a ser la gasolina principal de los estados de emergencia, cuando la única propuesta es excluir en lugar de entender e incluir.
«La danza de Shiva«es quizás la más filosófica de las historias, dos enamorados filosofan a través de una pantalla, pero, ¿quién creó a quién? ¿quién depende de quién? ¿Quién existe y quién no? La exo realidad viene a ser la de la inteligencia artificial versus la consciencia humana y logra deconstruir los fundamentos cartesianos de la filosofía moderna. Ya no vale el Cogito ergo sum.
En «Nuevo mundo«, revivimos el tema de la colonización bajo una nueva modalidad del bien y del mal: los buenos humanos, los salvadores del planeta, “los encargados de formar una nueva tierra sin cometer los mismos errores” terminarán repitiendo lo que denunciaban.
En «Soile Grim«, en un contexto de catástrofe ecológica que ha terminado con todo lo que la tierra da para alimentar al hombre, la realidad se revela a través de la deformación de un nombre (significante Soile un nombre finlandés, el de la niña) que remite a otro significante en la memoria del abuelo que quiso ponérselo (su anciano profesor dijo una vez que las latas que comían venían de Soile grin, un país que existía antes), que remite a otro significante (Soylent green, la película de Richard Fleischer, 1973, donde la población se alimenta de comida hecha de cadáveres humanos) que remite a su vez al cuento del mismo nombre del escritor Harry Harrison, 1966). Son las enseñanzas del tata a su nieta que permiten salir de la realidad, cultivando en ella la esperanza de que “mientras haya mar, la vida tiene una segunda oportunidad sobre la tierra, en algún momento los peces volverán a aparecer y luego las aves y luego”…
«ZǺTN MÆRTN« describe una realidad mítica al modo bíblico muy similar al antiguo testamento y cuya representación del mundo está organizada de manera binaria (criaturas/bestias, parte buena/mala) bajo el poder de un padre creador, quizás podría ser el texto sagrado fundador de todo el conjunto de historias del libro. El libro de los orígenes que da sentido al centro ordenador de las sociedades planteadas, algo cómo la versión literaria de Tótem y tabú de Freud. Es una hipótesis que conversaremos más tarde con la autora.
«Un crudo infierno» explora las consecuencias del cambio climático jugando con la semántica Invierno/infierno (“Lloro porque nunca pensé que el infierno fuese tan blanco y frío”). Ahí la exo realidad rechazada no existe más que en el hemisferio norte de nuestras memorias, el recuerdo de la blanca navidad de nuestra infancia, sea real o virtual, mediatizada por el cine o la literatura. La realidad presentada es la de un mundo tecnicista y consumista que no ha sido capaz de valorar la hermandad de las estaciones y donde el invierno se ha vuelto un infierno.
En resumen, lo interesante y quizás novedoso en la visión de Tanya Tynjala, es que sus historias ayudan a deconstruir las clásicas oposiciones impuestas por nuestras culturas occidentales, tantos de géneros literarios (distopía/utopía, literatura infantil/adulta), de valores morales (Bien/mal) o políticos (socialismo/comunismo), como de estados de consciencia (Vigilia/Sueños), proponiendo una reorganización de las realidades que no sea tan vertical ni jerarquizada.
Tynjala, Tanya. Exorealidades. Pandemonium Editorial, 2022.
Tanya Tynjala, escritora peruana de literatura fantástica y de ciencia ficción. Es corresponsal para el idioma español del Science Fiction Awards Watch. Es autora de cinco libros de cuentos y de numerosos relatos publicados en antologías. Algunos de sus textos has sido traducidos al finés, francés, hebreo, inglés y búlgaro.
[…] en Lektu. En cuanto a reseñas tenemos la de Sophie Canal para Las Criticas, sobre mi último libro “Exorealidades”. (De paso, muchas gracias por el fantástico análisis. La de Contrafáctica a “Códice infame” […]