Nadie nos extrañará, de Luis Francisco Palomino
Las sociedades forman ciudades. En los nueve cuentos que componen Nadie nos extrañará del joven escritor peruano Luis Francisco Palomino, los anhelos y las angustias de sus personajes millenials no solo describen las transiciones a la brutal realidad del mundo adulto, sino que nos introducen a otro protagonista: la ciudad. Casi todos los relatos ocurren en el distrito limeño de San Juan de Miraflores, el cual escapa a los lugares que, comúnmente, encontramos en cuentos y novelas peruanas. Contrario a las encantadoras de calles de Miraflores o Barranco que llevan al mar o a la arquitectura imponente de las casonas del centro de Lima, Palomino nos sumerge en un espacio donde el glamour es inalcanzable, mientras que la informalidad, la violencia, la desigualdad económica, el caos del tránsito vehicular y la delincuencia se apodera de la ciudad.
Con una interesante soltura en su escritura, los diálogos de los personajes nos cuentan entrelíneas la ciudad que hemos construido y todos los males sociales que la aquejan, partiendo primero de cómo la pobreza está siempre presente. Así encontramos en los cuentos Una virgen para Papá Noel, Javier Prado, La Marina y El reto del maniquí el desconsuelo de ser pobre. El agotamiento y la inestabilidad de las condiciones laborales que viven los personajes no hace más que incrementar el anhelo de salir a toda costa de esa realidad como en este fragmento de Javier Prado, La Marina:
Ese iba a ser su último día como usuario del transporte público. Por la noche iría con su esposa a dar la inicial de la 4×4 que pagaría durante los próximos cuarentaiocho meses. En el futuro, pensaba, ya no tendría que lidiar con los groseros cobradores de la línea Orión, quienes le ponían mala cara cuando pagaba con un billete de veinte soles y ni siquiera le daban las gracias cuando él se preocupaba por tratarlos con amabilidad. (p.49)
Los personajes no se resignan a la marginalidad, ni a vivir en inmersos en la violencia de la que son presa como en el agitado cuento La primera piedra, que es una carrera por sobrevivir al peligro de la noche de las calles de San Juan de Miraflores o el perturbador relato llamado Turbo Berguer que narra la manipulación y la violación sexual de adolescentes que solo querían “hacerse hombres”. Ropa interior es, quizás, el cuento que narra cómo la delincuencia se adueña del barrio y lo convierte en tierra de nadie donde cualquier bala perdida caerle a un vecino.
La incertidumbre de vivir y ¿cómo no sentir angustia sobre el futuro si el sistema político y económico del siglo XXI es, con frecuencia, apocalíptico? La generación millenial es la que lleva sobre sus hombros la búsqueda de soluciones a conflictos sociales, medioambientales generados en el siglo pasado. Es la generación de la dislocación en una cultura global, según Arjun Appadurai ¿demasiada responsabilidad? En una metrópolis donde la aceptación de los demás y la adicción al éxito lo es todo, entonces, queda preguntarnos quienes viven en las periferias del sistema y por qué son olvidados. Luis Francisco Palomino logra retratar la asfixiante y agotada vida del adolescente en una ciudad llena de habitantes solitarios encerrados en sus propios mundos. Seres que solo se juntan cuando coinciden en un lugar público. Por ello, la calle es el segundo protagonista en todos los cuentos. Es ahí donde todos somos iguales. Todos somos ciudadanos…aunque muchos no quieran entenderlo.
El geógrafo y profesor de antropología, David Harvey, en una entrevista del año 2018 dijo que: “(…) ahora no construimos ciudades para que la gente viva, las construimos para que la gente invierta en ellas. Y a los inversores no les importa necesariamente la calidad de vida en la ciudad, y esa es una de las cosas negativas.” Quizás, por esto Luis Francisco Palomino, en su primer buen libro, nos presenta esos ciudadanos lejanos de la riqueza material, pero que existen y construyen, como pueden, una sociedad a espaldas de los privilegiados que no los extrañarán.
Palomino, Luis Francisco. Nadie nos extrañará. Animal de Invierno. Colección La Jauría, 2019.
Luis Francisco Palomino es periodista punk y vive en San Juan de Miraflores. Nació en 1991, el mismo día que Pelé y Charly García. Uno de sus cuentos ganó los Juegos Florales de la PUCP en el 2013. Cuando tenía cinco kilos menos, participó del campeonato de improvisación literaria Lucha Libro, en el que fue finalista.