(Poema)
I
Ya deja de llorar
un rato
que este es el instante
de entrever
tratando de retener los hilos de la ilusión
un poco más
recogiendo los restos de la noche
y el poco de polvo que queda
sobre los muebles
ahora
desde la ciudad sin mar que es la mía
imaginar un circulo sin centro en el que refugiar la palabra
estar allí
toda
temblando
sin nunca más saber qué hacer
porque lo que la carne dio
la carne te lo quita
y así desnuda
tiritando
te quedas
mirando desde lejos
la fiesta del poniente
puesto que el horizonte ya abandona
este balcón usado
y los quise y los amé
y los esperé y los hice
y los perdí
ahora queda el recuerdo
la sombra del amor
que es un árbol fuerte
reacio a la tormenta y a los vicios.
II
ahora que rehago las camas
que levanto las ropas regadas por el suelo
y los juguetes sin dueño
hoy que escribo
y pienso en lo que fui
Sigo agachándome sin pesadumbre
abrazando prendas coloridas
arrugadas de sus formas
escribiendo palabras vanas deshiladas
tratando de cazar de entender de ordenar
lo imposible
toda esa masa viva
atenta luminosa ajena
joven pasajera
frutos que se van
rodando en el jardín
abierto
hacia su luz
insomne.
Grecia Cáceres es escritora, poeta y gestora cultural peruana. Vive en París.