Ecofeminismo decolonial y crisis del patriarcado, de Patricia de Souza
Este libro de Patricia de Souza es, a la vez, un ensayo y una reflexión sobre la escritura: “Debo escribir porque tengo un sentido de la responsabilidad que persigue un sentimiento de culpa con el lenguaje” (p. 13). Como en todo texto feminista, hay una dimensión personal y política que se instala desde las primeras líneas porque esa relación compleja con el lenguaje no se alude solo filosóficamente, sino que se sufre en el mismo proceso de articular esas palabras. Aunque mi lectura de la obra de Patricia de Souza ha sido tardía, me conecto inmediatamente con esa doble vocación de pensadora y de hacedora. La fluidez entre espacios personales y globales me hace sentir cómoda.
Lo siguiente es la constatación del género, la ineludible circunstancia en la que el lenguaje nos hace sentir en falta por ser mujeres, que constituye la parte medular de estas reflexiones que inician con amplias miras y se sitúan en el ser mujer sin traicionar esa dimensión universal: “Veo fragmentos dispersos, islas, el instante en que intento hacer algo con mi vida, las ganas locas de escribir, de hablar, de gritar, la certeza de que siendo mujer todo, absolutamente todo, será más complicado”(p. 15). A pesar de que gran parte de su vida transcurrió fuera de Perú, siento a Patricia cercana, casi como una amiga que he dejado de ver hace mucho tiempo y, al reencontrarnos, pareciera que el tiempo no hubiera pasado, como si el tiempo se hubiera detenido donde lo dejamos, y me reconozco en su peruanidad y en su exilio, yo también he estado fuera del país hace ya tantos años.
Después de la introducción, se sucede una serie de temas críticos en torno al feminismo y al pensamiento decolonial que parte del cuerpo: “¿qué puede un cuerpo sin un lenguaje que lo reconozca?” (p. 20). Ahí radica el poder de este ensayo, que, con clarividencia y una prosa sencilla pero contundente, sabe enhebrar un monólogo que se vive como un diálogo con la lectora o el lector, como si solo conversáramos apaciblemente frente al calor de la historia.
La conversación da giros intensos ante el asomo de la violencia: “Ningún hombre se nos acerca con ternura, son siempre violentos, displicentes, aprovechadores” (p. 24). La cabeza se mueve confirmando y el cuerpo se estremece recordando. No solo se trata de relaciones desiguales, de predadores sexuales o masculinidades inseguras que socaban los cimientos de la identidad, de la voz, sino también de la presión por la perfección, por el modelo de un figura virginal, efímera, delgada y esbelta. En esta interesante tertulia, Patricia de Souza trae muchas voces relevantes de mujeres pensadoras como Silvia Rivera Cusicanqui, Claudine Cohen, Saskia Sassen, por mencionar solo a algunas que expandirán, en dimensiones calidoscópicas, los alcances de estas ideas y de aquellas gestándose en nuestro interior. Más adelante, se dará paso a las voces de Clara y Gloria, perfiles reales de mujeres en peligro que también están invitadas a apropiarse del espacio de la palabra.
Coincido completamente en la centralidad del pensamiento indígena y en el reconocimiento de la naturaleza como interlocutora primigenia: “El sol ha curado muchas heridas, los árboles han lamido las llagas y el viento las ha secado” (p. 56). Nuestro mundo de hoy pareciera sufrir de un plan maquiavélico de destrucción del entorno para que la supervivencia y la lucha por los recursos básicos se convierta en la única ocupación de las masas en un futuro planeta desabastecido y destruido, mientras que los ricos subsisten en búnkeres o en naves espaciales, acopiados para cien años o más. El constante bombardeo contra las mujeres y el hecho de que, en la actualidad, son el blanco de toda la estructura política fascista habla de esa misma centralidad y de la capacidad transformadora y desestabilizadora de quienes han sido moldeadas para jamás estar satisfechas con sus cuerpos ni reconocerse en ellos. Es decir, para ser pintadas, dibujadas y, por lo tanto, borradas ante cualquier antojo: “Es importante no olvidar esto, mientras más borrosa es tu imagen, más fácil es que alguien la construya por ti” (p. 87).
La intertextualidad con la obra de Patricia de Souza propone revisitar sus textos previos, como El último cuerpo de Úrsula (2023), recientemente publicado por Hipatia Ediciones. Y, a pesar del frío, de la rabia y de la tristeza de este libro, no falta la poesía: “Escribo para que una partícula de mí se una al universo y no para separarme de él” (p. 99). Un libro que es una invitación a escribir, a pensar, a gritar, a enarbolar por los cuatro vientos nuestra palabra del cuerpo.
Souza, Patricia de. Ecofeminismo decolonial y crisis del patriarcado. Hipatia Ediciones, 2025. Prólogo de Claudia Salazar Jiménez.
Patricia de Souza, (Cora cora, 1964- 2019), escritora, traductora y ensayista peruana, autora de varias novelas, entre las cuales destacan Electra en la ciudad, El último cuerpo de Úrsula, Vergüenza, los ensayos Eva no tiene paraíso y Descolonizar el lenguaje, fue una de las voces más singulares de la literatura peruana en los últimos treinta años.