Quisiera que oyeran la canción que escucho cuando escribo esto
La primera novela de la joven escritora colombiana, Manuela Espinal Solano, cuenta la relación resquebrajada de una madre y su hija que quieren escapar de la realidad que las ahoga y a la vez las une: la música. Narrado en primera persona y a modo de remembranza, la autora cuenta la historia de cómo el talento del canto le da sentido de vida a una familia que, generación tras generación, quiere ser reconocida y admirada por el don preciado de la voz.
Vivir de la música es un privilegio para muchos, pero para una joven, cuyos padres no pudieron alcanzar la fama como artistas, es una misión hacer del arte una carrera y superar a la generación anterior. Llevar el peso de un talento heredado encima es el propósito de la novela. En Medellín, una cantante y madre soltera de dos hijas pequeñas aprovecha las oportunidades convertirse en una gran artista que la llevan a cambiar de ciudad y de país. Sus hijas la acompañan en las diferentes travesías que terminan en caminos truncados y los sueños se vuelven pesadillas que impiden a la madre convertirse en la tan anhelada cantante que siempre quiso ser. Es la hija mayor que ha heredado el don de cantar, pero no lo quiere. Ella se cuestiona si vale la pena abandonar todo por un sueño que depende del agrado del público, si el don de cantar es una salvación o un lastre familiar que no deja ver otros talentos como el de la escritura. La autora, con una soltura admirable y una prosa sencilla y directa escribe este extracto que la diferencia de su madre y quiebra la línea familiar:
“Cantar es un acto que pertenece al pasado. Hablar también. Lo que digo queda en el pasado, ni siquiera yo lo recuerdo. Mis palabras son olvidadas, mis pensamientos, mis canciones. Lo que canté ayer ya no existe. La diferencia está en el público, en los testigos, ellos son los que dificultan el olvido. Si hay alguien que escucha lo que tienes para decir, tal vez lo recuerde; si hay dos, es más p
robable. Y allí está la explicación: buscan fama porque le temen al olvido. Yo no.
Esto es lo que quiere mamá, por eso ha cantado en todas partes, ha grabado mil canciones, por eso suena a diario en la radio. Pero nadie sabe quién es”. (p.79)
La hija, quien es testigo de las alegrías y tragedias de su madre narra entre líneas la difícil vida que atraviesa una mujer sola con dos hijas y que, al estar en pie de lucha por sus sueños, es vulnerable a los abusos de quienes tienen el poder. La tensión a no caer en la resignación y la culpa componen una relación entre madre e hija que quieren ser oídas. Manuela Espinal Solano ha escrito una primera novela honesta y sobrecogedora que desfoga los anhelos cortados y las soledades de las mujeres que dejan sus propios rastros. Marca así, un buen inicio en la literatura y una trayectoria atractiva para el lector.
Espinal Solano, Manuela. Quisiera que oyeran la canción que escucho cuando escribo esto. La travesía editora (Perú) y Angosta editores (Colombia), 2016.
Manuela Espinal Solano nació en Medellín en el año mil novecientos noventa y ocho. Baila es escritora y música por herencia. Ha estudiado Comunicación Social y Periodismo en la Universidad Pontificia Bolivariana. Publicó en Colombia cuando apenas tenía 18 años la novela Quisiera que oyeran la canción que escucho cuando escribo esto, la cual tiene una edición colombiana. Publica artículos en El Espectador y en las revistas Arcadia y Soho.