Mujeres que trepan a los árboles, de Patricia de Souza
La escritora peruana Patricia de Souza nos entrega en su último libro, antes de partir, un testimonio absolutamente honesto sobre su vida. Reflexiones y cuestionamientos sobre ella misma, su familia, su escritura y su soledad se leen en capítulos con nombres de árboles que siempre están presentes en sus escenas y son remembranzas de un pasado que busca ser narrado. Mujeres que trepan a los árboles es un diario de liberación y desfogue.
Estos recuerdos que la autora traduce y plasma, en primera persona, conmueven, duelen y protestan contra un sistema que sitúa a las mujeres a una posición vulnerable y secundario. Las mujeres aún deben luchar y conquistar un lugar que no se le es dado de manera natural o equitativa y, por ello, la autora enfatiza su propio rol en una jerarquía vertical. Patricia se deconstruye. Sus constantes cuestionamientos nos enseñan la importancia del lenguaje en una sociedad donde el poder hegemónico pertenece a pocos con privilegios. El lenguaje nos define y nos construye; por eso, Patricia nombra a Flora Tristán y a Manuela Saénz quienes rompieron la regla del rol secundario al que las mujeres de su época estaban sometidas. Para ser ellas mismas tuvieron que conquistar espacios que no les correspondían. Se emanciparon a un orden tutelar que aún existe en este siglo XXI. Cada acto de rebeldía también define a la mujer porque es una prueba de poder vivir sin ataduras. ¿Cuándo las mujeres no nos hemos rebelado contra un tipo de poder? ¿Cuándo no estamos luchando para ser libres o iguales?
Todo acto de rebeldía trae consigo consecuencias. Lo que Patricia nos cuenta en su libro, y en toda su obra literaria y ensayística, es que son la soledad y el desarraigo lo que una mujer atraviesa cuando se rehúsa a ser como “debe ser” en una sociedad conservadora y aún patriarcal. Rehusarse al rol pasivo, al letargo de quedarse en un solo lugar y a la resignación de vivir por vivir, sin luchar por cambiar el status quo muchas veces injusto, es lo que hace una mujer que trepa un árbol. Los árboles están presentes en este libro a modo de recordatorio de cada viaje, escena familiar, su relación con su padre y con sus parejas, su vida vulnerable en París cuando se tuvo que enfrentar a momentos de pobreza, sus recorridos por Venezuela, su infancia en Ayacucho y adolescencia en Lima. Quizás subir a la copa de un árbol simboliza el florecimiento de cada mujer en la forma de cómo conciben su propio mundo. Que cada una de ellas, en lo más alto del árbol, logra comprenderse, perdonarse y liberarse. Logran ser ellas mismas. Las mujeres que trepan a los árboles, como Patricia de Souza, se reencuentran y abren camino para que otras lo hagan.
De Souza, Patricia. Mujeres que trepan a los árboles. Trifaldi, 2017.
Patricia de Souza, (Cora cora, 1964- 2019), escritora, traductora y ensayista peruana, autora de varias novelas, entre las cuales destacan Electra en la ciudad, El último cuerpo de Úrsula, Vergüenza, los ensayos Eva no tiene paraíso y Descolonizar el lenguaje, fue una de las voces más singulares de la literatura peruana en los últimos treinta años.
Acerca de Diana Félix