El libro
A mediados de julio recibí un mensaje de Charlie Boliviani director de Todos tus crímenes quedarán impunes -ciudadano un tanto ficticio que más bien parece extraído de un libro de Roberto Bolaño-, que junto con John Martínez Gonzales, editor de Hanan Harawi, había empezado un proyecto para lanzar en primera instancia una colección de fanzines de cuatro autoras de diferentes países. Acepté sin titubear. Luego, para mi sorpresa y la de todas por supuesto, la colección pasó de ser una de fanzines a la oportunidad de publicar un libro. Así que gustosa preparé mis textos y los envié. Nunca y me tomo el atrevimiento de hablar en plural, nos imaginamos dónde ni cómo iba a terminar esta aventura. La cuestión es que a principios de noviembre nuestra colección El árbol migratorio, co-edición peruano-ecuatoriana, vio la luz y con ella se hizo tangible el viaje a Rancagua y a Santiago de Chile, donde pudimos compartir y conocernos las autoras y editores. Esta colección está conformada por cuatro libros: Nadie nos Habita de Lisset Orihuela (Perú); El peligro de encender la luz de Pamela Rahn; Sovoz de mi autoría y el último, Cabalgando lejanías, antología poética de María Paz Valdebenito (Santiago, Chile 1987) que me causó una gran admiración y varios sentimientos encontrados.
Cabalgando lejanías
Esta antología es un museo de derrotas, desarraigo y resistencia. Una prueba fiel de cómo la lucha constante, el sufrimiento y el apego a principios, nos pueden hacer vivir odiseas verdaderas. Y finalmente ver cómo el producto de tanto sudor y lágrimas gesta algo hermoso. En El pintor de la ciudad de Ata la primera parte del mismo, Paz se desnuda complemente mostrándonos la incertidumbre que puede causar dejar nuestras tierras por buscar mejores días en continentes lejanos. No solo eso, sino el constante cambio y movimiento que podemos sentir sin salir de nuestra casa. Esa desesperación y ansiedad que dan los cambios internos, cito:
“Si se entendiesen los misterios
Si yo hablase lenguas humanas.
En el bosque de los cedros
mi casa comienza a inundarse”.
“Acepté que su amante me gritara
y me dejé explotar
a cambio de un lugar para dormir
en un continente
que no tiene nada que ver con el mío (…)
Cuando acabe el día
tocaré por primera vez a los perros callejeros
y diré en catalán
adeu (adiós)
La única palabra
que en Andorra la Vella aprendí a decir”
La valentía de asumirse mediocre, de nadar todo el tiempo a contracorriente y llorarle a ratos al papel. El acto salvaje de no dejarse explotar y abandonar los propios sueños antes que la dignidad. La furia de las palabras de una mujer que se empodera constantemente y por completo son solo un par de las cualidades que destaco de esta obra.
Para terminar les comparto un pequeño verso de Declaración para no morir, segunda parte del poemario:
“¿Libros y poemas tus hijos comerán?
¡Mejor levántate de tus pensamientos y trabaja!
¿Qué harás
perdida hija
cuando yo y tu padre ya no estemos?
El fuego se apaga
y una vez más
no hay árbol cerca que me pueda dar leña”
Valdebenito, María Paz. Cabalgando lejanías, Lima, Hanan Harawi, 2016.
María Paz Valdebenito (Santiago de Chile, Chile, 1987)
Escritora e investigadora independiente de asuntos socioeconómicos latinoamericanos. Ha sido publicada en diversas antologías poéticas (Chile, España, EE.UU, Ecuador) y ha obtenido algunos reconocimientos de carácter nacional e internacional, entre ellos, Premio Juegos Literarios Gabriela Mistral, género poesía (2007), Primer Lugar Concurso de Cuentos Breves, Universidad Tecnológica Metropolitana (2007), Premio IX Certamen de Creación Literaria Juvenil Poeta García Gutiérrez, España (2015), Primer Lugar 25° Concurso Literario Escritores para Chile 2016.